Quizás una de las cosas más difíciles que exista sea el conocimiento de uno mismo. A veces, porque no somos objetivos para analizarnos, y muchas otras porque resulta doloroso reconocerse con los defectos que vemos en otros. Y que son los que en general más criticamos.
El autoconocimiento es un trabajo que lleva tiempo y esfuerzo. Y ya sea que queremos hacerlo para equilibrarnos a nosotros mismo mediante las flores de bach, o simplemente para mejorar, siempre vale la pena saber quiénes y cómo somos; cómo entendemos y sentimos la vida, la felicidad, el dolor, los miedos, la soledad, nuestra relación con los otros, etc.
Es un verdadero desafío indagar profundamente en nosotros mismos, pero a la vez genera una gran satisfacción descubrir que nos pasa mientras nos pasan las cosas y qué podemos hacer para modificar nuestra realidad y ser como somos realmente en vez de empeñarnos en ser lo que otros han hecho de nosotros.
Muchas son las formas de conocerse a uno mismo y eso dependerá de las propias creencias. Hay quienes prefieren avanzar por el camino convencional de la medicina alópata, y entonces recurrirán a un psicólogo que los ayude en ese recorrido de buceo interior. Otros, preferirán lo que se conoce hoy día como medicina alternativa, y el abanico de opciones es enorme.
Personalmente en el camino de autoconocimiento me gusta la astrología, utilizando la carta natal como hoja de ruta. La carta además de contarnos cuales son las tendencias energéticas que tenemos a nuestra disposición, nos cuenta que energías traemos de un pasado, y que energías elegimos incorporar en esta encarnación. El Nodo Sur, la Luna y Plutón (por casa y signo) nos cuentan cuales son nuestros mayores apegos. Y el Nodo Sur, el Sol y el Ascendente nos cuentan qué energías tenemos que expresar y cuales debemos integrar para expresarnos libremente.
La Astrología es una maravillosa herramienta diagnostico que nos permite conocernos y saber qué cosas debemos trabajar, donde nos sentimos apegados y qué cosas nos abrirán las puertas para nuevos aprendizajes.
Una vez, comprendido los puntos débiles y las fortalezas, me gusta trabajar con flores de Bach, que es una excelente herramienta para ayudarnos a desbloquear nuestros canales de información entre nuestra alma y nuestra personalidad.
Si bien, la terapia floral con una mirada evolutiva, es un recorrido largo y a veces sinuoso, nos permite dejar atrás muchos patrones aprendidos y muchas creencias y mandatos familiares que hay que desaprender para ser quien realmente somos.
Expresar lo que realmente somos, lo que nos conecta con nuestro ser superior, y poder expresar la voluntad impersonal (que no es más ni menos que la voluntad del alma), es la mayor aspiración que podemos tener y la mayor recompensa que podemos obtener para nosotros mismos.
Si querés saber más sobre autoconocimiento a través de la astrología y flores de Bach, seguinos en almasevolucionando.com
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